Vivir en Oaxaca.
Tengo mis huellas prendidas de aquellas banquetas. Aprender serigrafía, bailar
danza aérea y contemporánea. Montar un espectáculo con cajas de cartón, máscara de golondrina y meterme en una fuente mientras recito. Colgarme de algún insano lugar. Coleccionar mariposas y
disecarlas. Caminar hasta llegar a ese café “Y” que tanto me gustó escuchando cumbias.
Ir a lecturas de poesía y conocer otras cabezas-tetradracmas con mentes de
otro punto planetario. Jugar con los morritos a cualquier cosa y pintarnos los
párpados. Desaparecer solamente. Estar allá y ganarme la vida viviendo. Pronto, seguro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario