domingo, 23 de febrero de 2014


Quiero dormir en tierra

bajo tierra

en el filtro de la tierra
que el cielo se derrumbe sobre mi infancia
     y el embrión del cielo se abra
que una de mis criptas se derrumbe sobre mi infancia
que el sepulcro del embrión se desvanezca
se vuelva granito
que el granito ruede sobre mis pies

desvanecerme en
(muy lánguido)

que mi boca sea un grano de arena
que estreche el silencio de la espuma de la rivera
   que la espuma estreche la saliva de las piedras
porque las piedras somos seres humanos
somos cuando el aburrimiento nos tensa el acrílico de la vida
quiero que una piedra me haga dormir sobre la invalidez de mis piernas
una herida será la cúspide
Una herida será la cúspide

una herida será la
(la cúspide del cielo)
de los sueños del cielo que no son sueños
sino visiones de otro pasado y otro presente
que no existe más que en la ceniza de un recuerdo
y la herida que también soy
porque desde un inicio somos llanto
somos salida de emergencia
porque salir duele salir del agua
salirse del sueño en agua
dormir en agua

quiero dormir en agua

Casa

Tengo el aroma a café de mi casa. Saliva en las palmas de mis uñas. Tengo el aroma a café de mi casa. El chal verde de mi madre. Tengo el aroma a café de mi casa. Los ojos cabizbajos, el silbido de la canción favorita de mi madre. Tengo el aroma a alpiste del patio. El ave macho que sigue parloteando al aire desde que perdió a su compañera. Hojas blancas regadas con epígrafes. Ella desorbitando los muebles para acomodar y desacomodar. Para dejar salir basura. La mesa llena de flores y amarillo, rojo, amarillo, objetos repetitivos. Orden. Tengo el aroma a café de mi casa. El silencio de las tardes. Mi madre escribiendo pasajes bíblicos. Sus lentes sobre la mesa. El chal verde que utilizo ahora yo. Tengo el aroma a café de mi casa. Duerme mi madre. Duerme tanto. Su llanto hablando de él cuando la visito. Su voz quebrada. Su voz quebrada. Sus ojos cerrados de placer cuando toma café. Tortillas quemadas. El aroma. Pastillas en el techo. Tantas pastillas. Tanta nostalgia en casa. Huele a viejo entre los pasillos. Ella baila en su mente. Cada vez que estoy en casa lloro. La guitarra soltando una cuerda. Mi madre tiene pesadillas y reza. Tierra mojada en el puño. Piedras en las láminas. Cada vez que estoy en casa lloro. Tengo el aroma a las escaleras. A las manos como manecillas de reloj. Tengo el aroma. Tengo el aroma...